El meme ya mutado consiste en escoger un libro
leído recientemente y transcribir el pasaje que se considere más interesante (el
meme original consistía en copiar la página 123 y eso pues estaba del
nabo).
después de mucho tiempo sin poderme sentar a pensarlo, por fin concluí que este extracto de solaris [stanislav lem] es el que me gusta para cumplir con mi meme 123 mutado. anda por ahí de las páginas 16 y 17.
Muchos hombres de ciencia, en cambio, sobre todo entre los jóvenes,
llegaron insensiblemente a considerar el "asunto Solaris" como piedra de
toque de los valores del individuo. "Mirándolo bien —decían—, lo que aquí
se discute no es sólo la investigación sola-rista; se trata esencialmente de
nosotros, de los límites del conocimiento humano."
Durante algún tiempo prevaleció la opinión (difundida con celo por la
prensa cotidiana),, de que el "océano pensante" de Solaris era un cerebro
gigantesco, prodigiosamente desarrollado, que le llevaba varios siglos de
ventaja a nuestra propia civilización; una especie de "yogui cósmico", un
sabio, una manifestación de la omnisciencia, que mucho tiempo atrás había
comprendido la vanidad de toda actividad, y que por esta razón se
encerraba desde entonces en un silencio inquebrantable. La opinión era
errónea, pues el océano viviente actuaba; no, claro está, de acuerdo con las
nociones de los hombres; no edificaba ciudades ni puentes, no construía
máquinas volantes; no intentaba abolir las distancias ni se preocupaba
por la conquista del espacio (criterio decisivo, según algunos, de la
superioridad incontestable del hombre). El océano se entregaba a
transformaciones innumerables, a una "autometamorfosis ontológica".
(¡La jerga espe-cializada no falta en la descripción de las actividades
solaristas!) Por otra parte, todo hombre de ciencia que se dedique al
estudio de la Solariana tiene la indeleble impresión de percibir los
fragmentos de una construcción inteligente, genial acaso, mezclados sin
orden con producciones absurdas, aparentemente engendradas por el
delirio. Así nació, en oposición a la concepción "océano-yogui", la idea del
"océano-autista".
Dichas hipótesis exhumaron uno de los más antiguos problemas
filosóficos: las relaciones entre la materia y el espíritu, entre el espíritu y la
conciencia. Du Haart no carecía de audacia cuando sostuvo, por primera
vez, que el océano estaba dotado de conciencia. El problema, que los
metodólogos se apresuraron a declarar metafísico, alimentó no pocas discusiones
y polémicas. ¿Era posible que el pensamiento estuviese privado de
conciencia? Por lo demás ¿se podía dar el nombre de pensamiento a los
procesos observados en el océano? ¿Una montaña es acaso un guijarro
enorme? ¿Un planeta es por ventura una montaña gigantesca? Uno
seguía teniendo la libertad de elegir su terminología, pero la nueva escala
de magnitudes introducía normas y fenómenos nuevos.
La cuestión se planteaba como una trasposición contemporánea del
problema de la cuadratura del círculo. Todo pensador "independiente se
esforzó por introducir su aporte personal en el tesoro de los estudios solaristas.
Las nuevas teorías proliferaban: el océano estaba pasando por un
estado de degeneración, de regresión, una fase de "plenitud intelectual";
era luego de un neoplasma divagante, nacido del cuerpo de los habitantes
anteriores del planeta, un planeta que los había devorado, engullido a
todos, y cuyos residuos había fundido bajo esa forma eterna,
autorreproducible, de estructura supracelular.
algo que me encantó de este libro [pero por cuestiones de tiempo no pude buscar a conciencia] fue el planteamiento del problema del nombre, o algo así. pues el autor, en voz de kris kelvin, plantea lo complicado que es definir algo no humano a partir de términos humanos. las simetriadas se parecen a un jardín, un árbol...mas "se parecen" porque es la limitación que, nosotros como humanos que observamos algo de una relidad diferente a la que conocemos, tenemos para definirlos.
y se lo paso a pocas personas, pues creo que todo el mundo ya lo contestó
1 comentario:
Recibo la estafeta del meme mutado, del meme evolucionado...
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