en dios
en los ángeles, santos, vírgenes, brujas, duendes, demonios, chamanes o cualquier ser que pueda obrar un milagro o una acción sobrenatural por mí
en fantasmas, poltergeist, incarnados o espíritus malignos que pululan el mundo de los vivos resolviendo asuntos pendientes (aunque me entretiene muchísimo leer sobre eso)
en hechizos, maleficios, milagros, brujería, vudú, santería, tarot o lectura de mano
en la homeopatía, la acupuntura, la hipnosis, las sanaciones, la reflexología o el reiki (ah, pero qué rico se siente que te soben los pies)
en la suerte, buena o mala, amuletos o mantras
en la reencarnación, el karma o el ser universal al que tras alcanzar la iluminación nos uniremos, según los budistas
en el sacrificio. no pienso que sufrir es aquella opción que nos dio algún dios para salvarnos (cortesía de pablo milanés)
en que parándome sobre mi nuca se me vaya a quitar la gripa
en el cielo, en el infierno, en el purgatorio. todos sabemos que después de la muerte sigue la pera
en los psiquiatras y psicólogos y psicoterapeutas
en las verdades a medias de los medios
en las declaraciones de los políticos
en las encuestas de gea-isa y similares
en que poniéndome calzones rojos en año nuevo voy a tener suerte en el amor. eso está más que comprobado que no me funciona (sniff!)
en el amor como en la forma en que nos han adoctrinado cantantes como luismiguel y similares (en inglés, español, francés, árabe y todo eso)
en los preceptos morales de esta sociedad caduca
en las reglas impuestas por costumbre
en la historia escrita por los vencedores
viernes, 12 de enero de 2007
cosas en las que no creo
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